¿Cuánto
tiempo, esfuerzo y dinero te ha costado organizar el día de tu boda? El menú, el
fotógrafo, los detalles, la lista de invitados, donde van a dormir tus
familiares que vienen de fuera… Mucho, ¿a qué sí?
Quieres que
todo salga tal y como has soñado, pero con los nervios es normal cometer algunos
errores comunes en el día más importante de tu vida.
1. Que parte de la familia o amigos se
encarguen de algunos detalles de la organización. En muchas ocasiones alguno de ellos
están tanto o más nervioso que los novios, pueden olvidarse de la tarea
encargada y sobre todo no disfrutan de la fiesta con los suyos. Es
típico olvidarse de los anillos, del ramo de la novia o dejar los detalles de
los invitados en casa.
2. No tener un plan B. Algún proveedor puede fallar o
llegar a última hora. También se puede dar algún contratiempo como la lluvia, frío,
una avería…
3. No tener en cuenta a los invitados, no informarles de cómo llegar, no asegurarse
de que pueden aparcar fácilmente, si es una zona donde hace frío o calor. En
definitiva, no pensar en ellos.
4. No saber cuándo empiezan y terminan la ceremonia, el cóctel (que a
veces se eterniza) o cuando termina la sesión de fotos. Al final estos retrasos
en cadena llevan a que todo se complique mientras los invitados esperan.
5. No tener en cuenta a los niños, a
las personas mayores, discapacitados, alérgicos y en general a cualquier
invitado que pueda requerir una atención especial. Esto hará
que no disfruten de la boda como quisiéramos.
Todos estos
puntos se pueden solucionar con previsión, organización, tiempo y cierta mano
izquierda, por qué no decirlo. Y por supuesto también se puede contar desde el
principio con la ayuda externa de un profesional especializado, un Wedding
Planner.
Pero si no
es vuestro caso y no queréis que el día de vuestra boda sea una carga de
responsabilidades para vosotros, desde Susanna Príncipe Wedding Planner hemos
creado los servicios Coordinación del Día D; que se puede contratar
hasta un mes antes del gran día.
Este
servicio consiste en reunirse con los novios un mes antes del día de la
boda, repasar con ellos todos los servicios contratados, visitar el lugar de
celebración y hablar con los proveedores. Después se diseña un cronograma,
marcando los tiempos para cada proveedor y para los novios. Nosotros estaremos
pendientes de que se cumplan estos tiempos durante todo el evento; además estaremos
pendientes de todo el funcionamiento y sobre todo de las personas.
Así solo
tenéis que preocuparos de disfrutar del día de vuestra boda junto a vuestros
invitados.